viernes, 13 de septiembre de 2013

Las tardes de cine cuando llueve

Uno siempre está propenso a encontrarse de frente con poesía que duele, esa que un buen día nos parte en dos y restriega en el espejo nuestra desnudez. 
Uno está propenso siempre. 
Puede ser cualquier día de julio o de septiembre, puede asomarse en un día de lluvia, quizá se trate de lluvia tropical. 
y puede ser quizá, en cualquier tarde, en cualquier cine, quizá detrás de aquel último beso...


La culpa es de uno

La culpa es de uno

Quizá fue una hecatombe de esperanzas
un derrumbe de algún modo previsto,
ah, pero mi tristeza sólo tuvo un sentido,

todas mis intuiciones se asomaron
para verme sufrir
y por cierto me vieron.

Hasta aquí había hecho y rehecho
mis trayectos contigo,
hasta aquí había apostado
a inventar la verdad,
pero vos encontraste la manera,
una manera tierna
y a la vez implacable,
de deshauciar mi amor.

Con un sólo pronóstico lo quitaste
de los suburbios de tu vida posible,
lo envolviste en nostalgias,
lo cargaste por cuadras y cuadras,
y despacito
sin que el aire nocturno lo advirtiera,

ahí nomás lo dejaste
a solas con su suerte que no es mucha.

Creo que tenés razón,
la culpa es de uno cuando no enamora
y no de los pretextos
ni del tiempo.

Hace mucho, muchísimo,
que yo no me enfrentaba
como anoche al espejo
y fue implacable como vos
mas no fue tierno.

Ahora estoy solo,
francamente solo,
siempre cuesta un poquito
empezar a sentirse desgraciado.

Antes de regresar
a mis lóbregos cuarteles de invierno,
con los ojos bien secos
por si acaso,
miro como te vas adentrando en la niebla
y empiezo a recordarte.

Mario Benedetti

viernes, 30 de agosto de 2013

Alada en poesía

Escribo posándome en tu verso,
Vivo solo instantes, alada en poesía:


Todas las luces prendidas, todas las puertas abiertas, todas las emociones despiertas de par en par...
 
 ...
 
Tengo una herida o dos, o tres... Que importa ya contarlas,  si todas llevan tu nombre
 
...
 
Espolvoreo tu voz en mi café y me los bebo así, tibios, dulces y en pequeños sorbos
 
...
 
Y tenía manos encantadoras de serpientes y maneras únicas de desatar los demonios de las cuevas obscuras
 
....
 
Mis refugios son todos los lugares donde te encuentro
 
...
 
Del verso a la boca siempre cae tu nombre
 
...
 
No pretendas amar y que el amor no despeine tus cabellos, o protegerte del frío en la piel. Amar a otro es exponerse y confiar y aprender
 
...
 
Es curioso, los mejores amigos no son los que te salvan del vacío sino los que te empujan hasta el fondo a manera de efecto trampolín

...

¿Madrid? El único recuerdo que guardo de Madrid es su perfume
 

miércoles, 14 de agosto de 2013

Desatada

Que ganas de hacerte mío
de nunca más dejarte ir
de comerte a pedacitos el alma
asimilarla y regresársela al mundo
intacta, como le pertenece.
que ganas de regalarte mi locura
que no consigas un amor, jamás
que te asuste como me asusta a mi
que te invada como me invade a mi
que te muerda como me está mordiendo a mi.

Pero no, ni te comeré ni te regalaré al mundo
Este mundo que nos plantó desde un principio en islas separadas.

No te asustaré, ni te invadiré, ni tampoco intentaré morderte.
De este amor solo saldré dolida yo
De este amor solo quedarán las huellas sangrantes de mis pies buscando el rastro de los tuyos

Yo seguiré y bendeciré todos los lugares por los que camines.
Iluminaré de color traslucido cada espacio en que te encuentres
y amaré como si fueras tu, como si fuera yo, esta tu sombra.

La locura de quererte se disfruta entre dos
pero no hay dos
la mía es una locura desangrada.

miércoles, 31 de julio de 2013

Siempre llegas

"Que diablos sabes del amor, si tu boca no besa a la mía"
Rosario Castellanos


Respiras en mi tan adentro
que no te es difícil hacerme el amor
                                                 una vez más
 
Pulsas el vértice con solo mirarme
me seduces desde el otro lado del velo
me fundes en tu manía
de aparecerte en sueños 
sin necesidad de tocar
                                               pero me tocas

Te me acercas cuando menos lo espero
Sé bien que en la espera nunca haz de llegar
pero te espero siempre

A veces te apareces en la noche dulce
que se contagia de tu risa brillante
de tu mirada limpia
de tu boca inquieta de uva fermentada.

A veces llegas silencioso
adorable, como esta noche,
probando danzas de arena y sal.
Otras apareces solo, desnudo
en las noches furiosas, frías
en que la tormenta se anuncia irracional.

Pero llegas, llegas siempre
cuando menos te espero
envuelto en la lectura
en el sueño
en el insomnio
en los recuerdos que quizá ni existen
en la palabra inocente que nunca me habita
Llegas siempre en silencio
y en silencio siempre te vas
como las sombras que no deberían nombrarse
pero que nombro, como ahora,  
sin miedo,
hasta volverte a tocar.

Alicia Salum


No te amo

No te amo como si fueras rosa de sal, topacio
o flecha de claveles que propagan el fuego:
te amo como se aman ciertas cosas oscuras,
secretamente, entre la sombra y el alma.

Te amo como la planta que no florece y lleva
dentro de sí, escondida, la luz de aquellas flores,
y gracias a tu amor vive oscuro en mi cuerpo
el apretado aroma que ascendió de la tierra.

Te amo sin saber cómo, ni cuándo, ni de dónde,
te amo directamente sin problemas ni orgullo:
así te amo porque no sé amar de otra manera,

sino así de este modo en que no soy ni eres,
tan cerca que tu mano sobre mi pecho es mía,
tan cerca que se cierran tus ojos con mi sueño.
Pablo Neruda



lunes, 29 de abril de 2013

XX

Veinte segundos son suficientes para inmortalizar un beso
Veinte segundos son suficientes para sufrir un ataque al corazón
Veinte segundos para llamar a la ambulancia
para enamorarse jurando que esta vez si se trata de amor

Veinte minutos alcanzan para llegar a casa después del trabajo
Veinte minutos para protegerse del frío y entrar en calor.
Veinte minutos para una buena siesta al llegar la tarde
Veinte minutos para  en cualquier momento hacer el amor.

Veinte días son quizá suficientes para que llegue el cartero
Veinte días para terminar  un libro, para realizar un viaje, un deseo feroz.

Pero veinte años  son insuficientes para cortarse las alas
para decir "hasta luego", secarse la cara y pedirse perdón.
Veinte años  no son suficientes para amar algo y dejarlo libre
para regalarle al olvido lo que con el tiempo nunca más volvió.

Veinte años apenas para decir que quiero escribir los versos más tristes.
Veinte años diciendo - tu puedes seguir corazón-.
Veinte años solo son suficientes para compartir, como Pablo Neruda,
una canción desesperada y veinte poemas de amor


Poema 20

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.

Escribir, por ejemplo: " La noche está estrellada,
y tiritan, azules, los astros, a lo lejos".

El viento de la noche gira en el cielo y canta.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Yo la quise, y a veces ella también me quiso.

En las noches como ésta la tuve entre mis brazos.
La besé tantas veces bajo el cielo infinito.

Ella me quiso, a veces yo también la quería.
Cómo no haber amado sus grandes ojos fijos.

Puedo escribir los versos más tristes esta noche.
Pensar que no la tengo. Sentir que la he perdido.

Oír la noche inmensa, más inmensa sin ella.
Y el verso cae al alma como pasto el rocío.

Qué importa que mi amor no pudiera guardarla.
La noche está estrellada y ella no está conmigo.

Eso es todo. A lo lejos alguien canta. A lo lejos.
Mi alma no se contenta con haberla perdido.

Como para acercarla mi mirada la busca.
Mi corazón la busca, y ella no está conmigo.

La misma noche que hace blanquear los mismos árboles.
Nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos.

Ya no la quiero, es cierto, pero cuánto la quise.
Mi voz buscaba el viento para tocar su oído.

De otro. Será de otro. Como antes de mis besos.
Su voz, su cuerpo claro. Sus ojos infinitos.

Ya no la quiero, es cierto, pero tal vez la quiero.
Es tan corto el amor, y es tan largo el olvido.

Porque en noches como ésta la tuve entre mis brazos,
mi alma no se contenta con haberla perdido.

Aunque éste sea el último dolor que ella me causa,
y éstos sean los últimos versos que yo le escribo
 
Pablo Neruda.

 



Con Alex Ubago


Con Joan Manuel Serrat


Con Alberto Cortéz


Y por supuesto, con el escritor  de las noche más triste, Pablo Neruda

miércoles, 17 de abril de 2013

LLuvia

Amar a Gelman. Amar la fuerza con que muestra la herida y también la cicatriz, su necedad de decir lo que a veces no suele decirse, su fe que me provoca  persistencia.

Amar a Gelman...

Por eso no puede faltar aquí su poesía. La poesía que es su verdadera casa, su antigeográfico país.

Va este poema de lluvia porque a pesar de la sequía, de alguna manera siempre nos llueve adentro.


LLUVIA

Hoy llueve mucho, mucho,
y pareciera que están lavando el mundo
mi vecino de al lado mira la lluvia
y piensa escribir una carta de amor
una carta a la mujer que vive con él
y le cocina y le lava la ropa y hace el amor con él
y se parece a su sombra
mi vecino nunca le dice palabras de amor a la
mujer
entra a la casa por la ventana y no por la puerta
por una puerta se entra a muchos sitios
al trabajo, al cuartel, a la cárcel,
a todos los edificios del mundo/ pero no al mundo/
ni a una mujer/ni al alma
es decir/a ese cajón o nave o lluvia que llamamos así
como hoy/que llueve mucho
y me cuesta escribir la palabra amor
porque el amor es una cosa y la palabra amor es otra cosa
y sólo el alma sabe dónde las dos se encuentran
y cuándo/y cómo
pero el alma qué puede explicar
por eso mi vecino tiene tormentas en la boca
palabras que naufragan
palabras que no saben que hay sol porque nacen y
mueren la misma noche en que amó
y dejan cartas en el pensamiento que él nunca
escribirá
como el silencio que hay entre dos rosas
o como yo / que escribo palabras para volver
a mi vecino que mira la lluvia
a la lluvia
a mi corazón desterrado
                                                                      Juan Gelman

lunes, 15 de abril de 2013

Poemas del cajón para seguir con vida

A los trece escribí una redondilla que dice así:
CREO EN TI
No sé que pienses de mi
Quería explicarte que siento
Y aunque no es el momento
Quería decirte: Creo en tí.
Aún no sé por qué razón
Creo en tí en todo momento
Y aunque pienses que te miento
Creo en tí de corazón.
Talvez no importa el creerte
Pero si el que te quiero
Pues por esta verdad muero
Que yo sufro al quererte.
Debes saber vida mía
Que te creeré hasta la muerte
Pues soy feliz al tenerte,
A mi lado cada día.
En fin, hay ciertas cosas que nunca cambian. Creo en tí

jueves, 14 de febrero de 2013

Oración a San Valentín

San Valentín, patrono de los amorosos de ocasión y de los comercializadores de afecto, apiádate de mi, cuídame de las flores que me manden los amores olvidados todo el año pero que se aplican puntualmente el 14 de febrero.
 
Líbrame de los chocolates, de los hombres que los mandan y que suelen valorarme en función de mi peso. Ampárame de las tiendas que prometen el cielo a cambio de valores de plástico, metal o verde papel.
 
San Valentín, protégeme del infierno de los restaurantes en tu día, de los globos y de los osos gigantes que me producen asma. Procúrame la memoria para recordar todo el tiempo quien me quiere bien y quien solo en este día. Ayúdame a sentirme amada en todo momento, amada por mi misma y protégeme de mis amigos porque de mis enemigos, ya lo sabemos, aprenderé más fácil a cuidarme yo.

Amen.
 
 
Perdón San Valentín pero la verdad es que hoy, cuando pensé en ti, bailó en mi cabeza el siguiente texto:

 
RECIBÍ FLORES HOY
No es nuestro aniversario o ningún otro día especial;
anoche me aventó contra la pared y comenzó a ahorcarme.
Parecía una pesadilla, pero de las pesadillas despiertas
y sabes que no es real; me levanté esta mañana adolorida y con golpes en todos lados, pero yo sé que está arrepentido; porque él me mando flores hoy...
Recibí flores hoy!
Y no es día de San Valentín o ningún otro día especial;
anoche me golpeó y amenazó con matarme; ni el maquillaje o las mangas largas podían esconder las cortadas y golpes que me ocasionó esta vez.
No pude ir al trabajo hoy, porque no quería que se dieran cuenta, pero yo sé que esta arrepentido; por que él me mandó flores hoy...
Recibí flores hoy!
Y no era el día de las madres o ningún otro día especial; anoche el me volvió a golpear, pero esta vez fue mucho peor.
Si logro dejarlo, qué voy a hacer?
Cómo podría yo sola sacar adelante a los niños?
Qué pasará si nos falta el dinero?
Le tengo tanto miedo, pero dependo tanto de él, que temo dejarlo.
Pero yo sé que está arrepentido, por que él me mando flores hoy...
Recibí flores hoy!
Hoy es un día muy especial: Es el día de mi funeral. Anoche por fin logró matarme. Me golpeó hasta morir.
Si por lo menos hubiera tenido el valor y la fortaleza de dejarlo; si hubiera aceptado la ayuda profesional,
Hoy no hubiera recibido flores.

 
(Poema de autor desconocido, al menos para la culpable de este blog)


 
Oigamos a Drexler

miércoles, 9 de enero de 2013

Carta para una cabeza dura


"La psicosis consiste en no encontrar o
 no tener a nadie que te pueda soportar"
 Donald Winnicott

¿Y cuándo entenderás, mujer de cabeza dura, que la cualidad reflejo de un espejo no se suple con una pantalla blanca?
Cuándo entenderás que es solo el espejo el que permite jugar e identificarse y a la vez diferenciarse de tu "no yo". Que solo el espejo le permite al que se refleja, crecer, jugar, ser creativo,  siempre con la seguridad de que cuenta con la mirada de aquel otro para aprender de él, con él y saber diferenciarse.
En cambio, cabeza dura, la pantalla blanca no implica la existencia de la mirada de nadie, no produce metáforas  ni posibilita juegos para la creación, no produce imágenes que sean ciertas, corroboradas por un otro, no implica vínculos ni tampoco aprendizajes. La fantasía se desborda porque la pantalla blanca, opaca, no produce ningún reflejo y solo sirve de proyección de necesidades, miedos e imágenes internas, donde nadie puede decirle a quien las proyecta "Eso eres, eso soy".  No crea nada y no dialoga, solo es un depositorio de sueños, si es que no de locuras de aquel que se proyecta,  y eso, cabeza dura es muy caro y altamente peligroso, se convierte en  un sinsentido querer atravesar la realidad sin manos que te sujeten, sin ojos para decirte a dónde es que se va.
No olvides nunca, cabeza dura, que la insistencia en proyectarte en pantallas blancas, sin miradas ni palabras que te construyan, no reflejarán jamás tu  brillo o tu grandeza, solamente soledad: 
"Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.
Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: “que calor hace”, “dame agua”, “¿sabes manejar?”, “se te hizo de noche”…Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho “ya es tarde”, y tú sabías que decía “te quiero”.)
Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que tú quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón"
Jaime Sabines