Vivo solo instantes, alada en poesía:
Todas las luces prendidas, todas las puertas abiertas, todas las emociones despiertas de par en par...
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Tengo una herida
o dos, o tres...
Que importa ya contarlas, si todas llevan tu nombre
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Y tenía manos encantadoras de serpientes y maneras únicas de desatar los demonios de las cuevas obscuras
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Mis refugios son todos los lugares donde te encuentro
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Del verso a la boca siempre cae tu nombre
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No pretendas amar y que el amor no despeine tus cabellos, o protegerte del frío en la piel. Amar a otro es exponerse y confiar y aprender
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Es curioso, los mejores amigos no son los que te salvan del vacío sino los que te empujan hasta el fondo a manera de efecto trampolín
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¿Madrid? El único recuerdo que guardo de Madrid es su perfume