jueves, 30 de junio de 2016

Las nostalgias

Las nostalgias son flores que se distinguen por su fragancia. Suelen cambiar de perfume de acuerdo al momento del día en que se percibe, en la mañanita por ejemplo, pueden oler a la colcha de la abuela que ya no habita la casa desde hace varios años, puede percibirse como si tuvieran el aroma del café recién tostado o el del pan cociéndose en el horno. A medio día suelen absorber el olor de los pucheros que hierven a fuego lento en las cocinas, pueden asumir el olor de las frutas aunque no se encuentren cerca,  incluso, cuando las nostalgias se sienten en peligro despiden un olor a cebolla que hace llorar a las amas de casa, tanto a mujeres jóvenes como maduras que han pretendido cortarlas para poner en floreros ese olor parecido al vetiver. Pobrecitas ellas cuando lloran, le echan la culpa a la cebolla pero no han cortado ninguna, más bien lloran por el recuerdo de algún amor que se les fue. Así son ellas, las nostalgias, flores volubles, traicioneras, que atrapan a su presa con su diversidad de olores; las personas que están cerca alucinan, no pueden evitar el enredo de recuerdos hasta ponerlas a llorar o a reír.
       
                                                                          Alicia Salum