viernes, 9 de diciembre de 2011

Si me quieres, quiéreme entera

Intenso y certero como solo una mujer puede ser cuando cree en el amor, he ahí que me sea urgente compartirlo hoy, en este instante:

Si me quieres, quiéreme entera

Si me quieres, quiéreme entera,
no por zonas de luz o sombra...
Si me quieres, quiéreme negra
y blanca. Y gris, y verde, y rubia,
y morena...
Quiéreme día,
quiéreme noche...

¡Y madrugada en la ventana abierta!...

Si me quieres, no me recortes:
¡Quiéreme toda...O no me quieras!

                                   Dulce María Loynaz (Cubana)

sábado, 3 de diciembre de 2011

Una mujer escribe este poema

Hay poesía que no necesita explicaciones ni preámbulos para anunciarse, hay poesía que llega y uno se dispone a asumirla como propia, como si nunca hubiese sido ajena:


Una mujer escribe este poema

Una  mujer escribe este poema
donde puede a cualquier hora de un día que no importa
en el siglo de la avitaminosis
y la cosmonáutica
tristeza deseo no sabe qué
esperando la bayoneta o el obús
una mujer escribe este poema
sin atributos
a desvergüenza y dentellada
fogosa inalterable arrepentida pudriéndose
caemos por turno frente a las estrellas
todos tenemos que morir
no hay nada más ilustre que  la sangre
una mujer escribe este poema
qué estúpida la línea que divide sol de sombra
el crepúsculo pasa
acumulándose al final de las azoteas
supimos de pronto de una trombosis coronaria
existe soledad
sonó una bomba
vean si se me han roto los lentes de contacto
una mujer escribe este poema
separa quince pesos para el alquiler
mi amigo viejo
se desprende del mediodía por la  próstata
bailamos
sigue la preparación combativa
no pasarán
una mujer escribe este poema
como quien ha perdido el tiempo para siempre
creo en el corazón  de Denise Darval
hemos ganado porque morimos muchas veces
parece que tengo un derrame de sinovia
no hay tiempo para la poesía
de veras que los frijoles se han demorado en
hervir
te juro que mañana presentaré el divorcio
una mujer escribe este poema
cómo hay fantasmas a la siete en mi pecho
entablillé  una rama  a la areca  que está triste
mamá tu no sabes la falta que me haces
si suena  la alarma aérea
recojan  a los niños que duermen en la cuna  
voy a guardar este retrato del Che
como calló el canario traje un tenor a casa
una mujer escribe este poema
cargada de ultimátums
de pólvora
de rimmel
verde contemporánea lela
entre el uranio
y
el cobalto
trébol de la esperanza
convaleciente de amor
tramposa hasta el éxtasis
tonta como balada
neurótica metiendo
sueños en una alcancía
ninfa del trauma
novia de los cuchillos
jugando a no perder la luz en el último tute
una mujer escribe este poema

                       Carilda Oliver Labra  (Seleccione el nombre si también la quiere oir)