Y cada tarde
en que hacías fiesta con las manos
que seguían nerviosas
la ruta de los rizos
mientras tu lengua desnudaba el tiempo
acurrucada bajo mi piel
Y cada tarde
mientras tu explorabas secretos
yo preparaba un refugio
fértil
húmedo
para que moraras sereno
entre mi sexo y mi corazón
Me desordeno, amor, me desordeno
Carilda Oliver Labra
Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada,
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.
Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada
me desordeno, amor, me desordeno.
Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;
y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario